Suelta tu carga

Un hombre iba por un camino con un pesado saco de patatas sobre sus espaldas. Caminaba lenta y sufridamente. Su Poder Superior le preguntó: "¿Hacia dónde vas con ese saco de patatas?". El hombre le respondió insoléntemente: "¿Por qué me preguntas lo que Tú ya sabes?". Y siguió su camino.

En otro lugar, muy alejado de allí, otro hombre iba cargando una carretilla llena de ladrillos. También su Poder Superior le preguntó: "¿Hacia dónde vas con esa carretilla?". El hombre le respondió: "Voy al pueblo". El Poder Superior le dijo: "¿Quieres que te ayude con esa carga?". El hombre le contestó: "Puedo solo"... 

En otro lugar, un hombre iba cargando un montón de leña atada con una cuerda. Su Poder Superior le dijo: "¿Hacia dónde vas con esa leña?". El hombre le respondió: "La llevo a mi casa al otro lado de ese cerro". El Poder Superior le dijo: ¿Quieres que te ayude?". El hombre, accedió y su Poder Superior tomó la cuerda y cargó la leña. 

Poco habían caminado, cuando el hombre le quitó la leña a su Poder Superior y la volvió a cargar él mismo. Su Poder Superior siguió caminando a su lado y un kilómetro más adelante, el hombre se la volvió a entregar para que El la cargara. Pero, más adelante, el hombre se la volvió a quitar y la cargó nuevamente y así siguió a lo largo del camino. 

En otro lugar, muy lejos de allí, otro hombre iba por un camino llevando un pesado saco de arena. Su Poder Superior le dijo: "¿Hacia dónde vas con ese saco de arena?". El hombre le respondió: "Tengo que llevárselo a mi patrón, que vive a 5 Km de aquí".Su Poder Superior le dijo: "¿Quieres que te ayude?". 

El hombre sonrió y le dijo: "¡Oh sí, yo ya no puedo con esta carga!" y se la entregó. Siguieron caminando y el hombre le iba contando a su Poder Superior alegremente cosas su vida, de su familia y de su trabajo. Le hacía preguntas, le pedía opiniones, en fin, el hombre y su Poder Superior, conversando y conversando, llegaron a destino. 

El hombre ya no se había acordado más de su carga. El Poder Superior mismo cumplió la encomienda de entregársela al patrón de aquel hombre. El hombre agradeció mucho la ayuda y su Poder Superior le dijo: No te dejaré ni te desampararé, siempre que me necesites, estaré contigo. Está atento para pedir ayuda.

¿Con cuál de estos cuatro hombres te identificas?¿Eres como el primero que cuando tienes problemas, no tomas en cuenta a tu Poder Superior?...O ¿eres como el segundo hombre, orgulloso y soberbio, que no acepta la ayuda de nadie?...O ¿eres como el tercer hombre, que entrega su carga a su Poder Superior, pero en realidad su fe y su confianza es escasa y decide volverla a cargar él mismo? 

O ¿eres como el cuarto hombre, que mantiene una buena relación con su Poder Superior y humildemente y con alegría, acepta su ayuda y se olvida de su carga hasta el final del camino, porque confía en que El tiene el poder para librarlo de esa carga, al punto de que él ya no tiene que preocuparse más por ella?... 

Quizá cuando estás en problemas acudes a tu Poder Superior, según tu propio entendimiento de El, le pides, le lloras, pero no sueltas tu carga. Sigues soportando y sufriendo, en constante afán. Solo cuando voluntariamente le entregues esa carga, El la tomará y la cargará sobre Sus hombros. 

Sigue el ejemplo del cuarto hombre, mantén una buena relación con tu Poder Superior, según tu propio entendimiento de EL y deja que te ayude con toda tu carga y descansa en El. Esto quiere decir que ya no vas a seguir angustiado, porque tu problema está en Sus manos. Ya no vas a sentir su peso, porque ese peso lo está llevando tu Poder Superior!. 

¿Cuál es tu carga?...¿Decepción, traición, resentimiento, abuso, abandono, soledad, tristeza, baja autoestima, adicciones...? Cualquiera que sea tu carga, no importa el tiempo que la llevas sobre tu espalda, déjala en manos de tu Poder Superior. 

¡Tu Poder Superior es más grande que tus problemas! 

¿Has encontrado tu Poder Superior? Si todavía no lo has encontrado, ¡sigue buscando!, porque cuando lo encuentres ya nunca estarás solo. 

Hay tantas formas de Poder Superior como estás dispuesto a imaginar. ¡PIENSA!