Soy mamá y a veces he cambiado un delineador de ojos por uno de ojeras; el cabello planchado por una cola de caballo, intensas noches de fiesta por trasnocharme cuidando a mi hijo enfermo, carteras de moda por el bolso del bebé, soy mamá y no me importa nada de lo que he tenido que dejar, por solo el amor y tener la satisfacción de escuchar un: ¡Mami te quiero mucho!
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