UN RUMBO CLARO...

Dicen que la vida es una vía de único sentido, pero bien es cierto que en ella existen carriles de aceleración y otros que son justamente para todo lo contrario... la vida es un continuo vaivén, un continuo ir y venir de subidas y bajadas y está en nuestras manos el saber cómo tomarlas... ni todos los caminos se pueden recorrer despacio ni en todos podemos lanzarnos a la carrera... cada senda tiene su paso, en algunas necesitamos disfrutar de lo bello del paisaje intentando percibir la esencia de lo que nos rodea, impregnándonos de la tranquilidad y la calma y disfrutando de los néctares que proporcionan la paz y la felicidad... en otros casos debemos ser raudos y veloces, debemos pasar por tramos del camino como una exhalación, como si fuéramos la liebre a punto de perder la carrera... hemos de darnos prisa en dejar atrás ese camino que no nos interesa, que no tiene nada que ofrecernos salvo amarguras y penas... y aunque siempre está en nosotros la decisión de a que paso hacemos el camino, mejor disfrutar despacito de lo que nos alegra, nos reconforta, nos da valentía y fuerzas e intentar no entretenernos en aquellos que menoscaban nuestras ganas y nuestra confianza... solo debemos estar pendientes de frenar en el momento justo para no desaprovechar vistas y paisajes y de acelerar en el momento preciso para recorrer rápidamente los lugares por donde no nos gusta o no apetece transitar... eso sí, sea más rápido o más despacio lo que debemos mantener fijo y tener claro es el rumbo... pues solo así habrá merecido la pena el viaje cuando lleguemos al final...

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