¿Cómo ocuparse de los demás si uno no se ocupa de sí mismo? ¿Cómo hacer el bien si ni siquiera te sientes bien? No puedo amar si no sé amarme a mí mismo.
Invertir en ti mismo es lo mejor que
puedes hacer. No solo conseguirás mejorar tu vida sino también las de
quienes te rodean. Sólo cuando domines el arte de amarte a ti mismo
podrás amar de verdad a los demás. Solo abriendo tu corazón podrás
llegar al de los demás.
Empieza a vivir de tu imaginación, no de tus recuerdos.
Empieza a amar otra vez la vida y a
gozar de sus maravillas. Despierta al poder que tu propia mente tiene
para hacer que las cosas sean como quieres. Todo el universo cooperará
contigo para que esa vida sea mágica.
La felicidad verdadera se consigue
trabajando constantemente para alcanzar tus objetivos y avanzar en la
dirección que te has fijado.
La felicidad se consigue gracias a la
progresiva realización de un propósito digno. Si tú haces lo que
realmente amas hacer, estás destinado a sentir la máxima satisfacción.
Los únicos límites son aquellos que tú mismo te pones.
Obra de manera congruente con tu
verdadera personalidad. Obra con integridad. Déjate guiar por tu
corazón. Lo demás vendrá por sí mismo.
Rechaza los pensamientos débiles que
se hayan colocado en el palacio de tu mente; verán que no son
bienvenidos y su única opción será marcharse.
El pasado ya no está y el futuro es
un sol lejano en el horizonte de tu imaginación. El momento que cuenta
es el ahora. Aprende a vivir en él.
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