Querido Jesús Necesito Tu paz para llenar mi corazón



“Ten fe en las pequeñas cosas, porque es en ellas que reside tu fuerza”.

“Cada uno de ellos (pobres, enfermos, abandonados...) es Jesús disfrazado.” 

“Soy un lapicito en la mano de un Dios que escribe y va a enviar una carta de amor al mundo.”

“Yo no rezo para conseguir éxito. Sólo le pido a Dios que me ayude a ser fiel”.

“Sé que Dios no me dará algo que yo no pueda manejar. Sólo deseo que Él no confíe demasiado en mí”. 

“Mucha gente confunde nuestro trabajo con nuestra vocación. Nuestra vocación es el amor de Jesús”.

“Dulcísimo Señor, hazme merecedora de la dignidad de mi alta vocación y sus muchas responsabilidades. No permitas nunca que la deshonre, propiciando la frialdad, la falta de piedad o la impaciencia”. 

“Las palabras que no aportan la luz de Cristo, agradan a la oscuridad”.

 “En esta vida no podemos hacer grandes cosas. Sólo podemos hacer pequeñas cosas, con un gran amor”. 

“Debería haber menos conversación; un lugar para la prédica no es un lugar de encuentro. ¿Qué haces entonces? Toma una escoba y limpia la casa de alguien más. Con eso será suficiente”.

“No nos sintamos satisfechos sólo por dar dinero. El dinero no es suficiente. El dinero se puede conseguir, pero ellos necesitan que vuestros corazones los amen. Por lo tanto, derrama tu amor en todos los lugares por donde camines”

“Necesitamos encontrar a Dios y él no se encuentra entre el ruido y la intranquilidad. Dios es amigo del silencio. Mira cómo la naturaleza, los árboles, las flores, la hierba crecen en silencio; mira las estrellas, la luna y el sol, cómo se mueven, en silencio… Necesitamos silencio para poder tocar las almas, de nuestro prójimo”

“Al final de nuestras vidas, no seremos  juzgados por cuántos diplomas hemos recibido, cuánto dinero hemos conseguido o cuántas cosas grandes hemos hecho. Seremos juzgados por: Tuve hambre y me diste de comer. Estuve desnudo y me vestiste. No tenía casa y me diste una posada”.

“¡Jesús es mi Dios. Jesús es mi Esposo. Jesús es mi Vida. Jesús es mi único Amor. Jesús es mi Todo!”.

Si todavía no has recibido a Jesús en tu corazón, te invito hacerlo, repitiendo esta oración:

“Querido Jesús, yo creo que tú eres el Hijo de Dios y mi Salvador. Necesito que Tu amor, me limpie de mis pecados y maldades. Necesito Tu luz para dejar atrás toda la oscuridad. Necesito Tu paz para llenar y satisfacer mi corazón. Por eso, abro la puerta de mi corazón y te pido que vengas a mi vida. Entra en lo más profundo de mí ser.  Amén”

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