Nos acostumbramos, nos apegamos a cosas, dinero, personas, resultados y no somos capaces de mirar realmente lo que debemos ver.
¿Y qué es lo que debemos ver?
Siento que eso ni siquiera lo sabemos y por eso es que nos perdemos en medio del camino, porque no nos damos cuenta que debemos trabajar en nosotros, en ser autosuficientes, en no crear dependencia con nada y nadie, en que debemos luchar y trabajar por aquello que soñamos, en empezar a creer y tener la seguridad que la vida no tiene imposibles para nosotros porque nacimos ganadores y merecedores de cada cosa que nos proponemos.
Estamos hechos de luchas. Eso alguna vez lo aprendí, y cada vez que tengo la posibilidad de compartirlo con ustedes lo hago, porque darse cuenta de eso es maravilloso y nos ayuda a transformar increíblemente nuestra vida.
Por eso hoy buscando que podía compartir con ustedes me he encontrado con este poema de Pablo Neruda que considero es una oda a la superación.
Las palabras de Neruda demuestran que si queremos, podemos cambiar nuestro destino. Que somos la suma de nuestras decisiones y que siempre hay una próxima estación, pero que sin duda para llegar hasta ella debes decidir dejar todo el pasado atrás y seguir adelante.
"Nunca culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque tú has creado tu vida.
Acepta la responsabilidad de edificarse a ti mismo y el valor sincero en el fracaso a fin de repetir la experiencia corrigiéndose.
A veces, el triunfo del verdadero ser humano surge de las cenizas del error. Si puedes evitar algunos mejor.
Nunca te quejes de tu ambiente o de los que te rodean, pues hay quienes en tu mismo ambiente superan y vencen sin dificultad.
Las circunstancias siempre serán positivas o negativas afianza tu voluntad y fortalece tu corazón. Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para triunfar.
No te quejes por tu pobreza o por tu salud, o por tu ¿suerte?: Enfréntalas con valor y acepta que de una u otra manera, es el resultado de tus actos y la prueba que has de ganar.
No te quejes por la falta de dinero porque abunda en muchos lugares.
No te amargues con tus propios fracasos ni se lo cargues a otros, acepta ahora. O siempre seguirás justificándote como cuando eras niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan malo para fracasar..... Empieza ahora mismo.
Deja de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu tristeza, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso o triunfo. Tú decidiste construirte de esa manera quizás antes de ser.
Si tú aprendes a renacer frente al dolor, serás más grande que el más grande de los obstáculos, dentro de ti encontraras un ser que todo lo puede hacer.
La causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los fuertes, de los activos, de los audaces, imita a los valientes, a los energéticos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones imposibles, a quienes no les atrae las cosas fáciles y a cambio aceptan el reto de lo exigente pero realizable; a quienes vencieron a pesar de todo.
Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus proyectos porque tus problemas sin aliento morirán.
Mírate en tu espejo universal y comienza a ser sincero contigo mismo, reconócete por tu valor y por tu voluntad y no por tu debilidad a fin de justificarte.
Conociéndote a ti mismo serás libre, fuerte y dejaras de ser títere de las circunstancias.
Porque tú mismo eres el conductor de tu destino y nadie puede sustituirte.
¡Levántate! Mira la mañana llena de luz y de fuerza espiritual, respira esa luz del amanecer.
Tu eres parte del universo fortifica tu vida.
¡Despiértate, camina, muévete, lucha, decídete! Y triunfarás"- Pablo Neruda
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