"Dios mío, Dios mío, si me voy al menos dime su nombre, cómo se llama mi ángel". tu le dirás MAMÁ"

Cuenta una antigua leyenda que un niño antes de nacer le 
dijo a Dios: "Me dijeron que me vas a enviar a la Tierra, 
¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso que soy?" 

Dios le dijo: "Entre muchos ángeles escogí uno para ti, 
que te está esperando, él te cuidará"

Y el niño prosiguió: "Pero dime Dios, aquí en el cielo no
hago más que cantar y sonreir, eso basta para ser feliz".
Y Dios le contestó: "Tu ángel te cantará, te sonreirá todos
los días y tú sentirás su amor y serás feliz".

Niño: "Y ¿cómo entender, Dios lo que la gente me hable si
no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?"

Dios le responde: "Tu ángel te dirá las palabras más
dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y
cariño te enseñará a hablar"

Niño: "Y ¿qué haré, Dios cuando quiera hablar contigo?"
Dios: "Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará o orar"

Niño: "He oído que en la Tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?"
Dios: "Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida".

Niño: "Pero estaré siempre triste, porque no te veré más Dios"
Dios cariñosamente le dice: "Tu ángel te hablará de mi
y te enseñará el camino para que regreses a mi; aunque tú te alejes, yo siempre estaré contigo".

En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, ya se oían voces terrestres y el niño presuroso repetía suavemente.


"Dios mío, Dios mío, si me voy al
menos dime su nombre, cómo se llama mi ángel".

Dios le contestó: "Su nombre no importa, tu le dirás MAMÁ"

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