Cuando creías que yo no estaba mirando....
te vi colgar mi primer dibujo en el refrigerador y corrí a hacer otro...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que es bueno cuidar a los animales...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
vi lágrimas en tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas pequeñas son las que hacen la vida especial....
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir y confiar…
Cuando creías que yo no estaba mirando...
sentí que me dabas el beso de las buenas noches y me sentí amado y protegido...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te vi ayudar a un amigo enfermo y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros…
Cuando creías que no estaba mirando...
te vi dar tu tiempo y tu dinero para ayudar a personas que no tenían nada y aprendí que los que más tienen deben ayudar a los que no tienen…
Cuando creías que no estaba mirando...
te vi proteger nuestra casa y aprendí que debemos cuidar lo que se nos ha confiado…
Cuando creías que no te estaba mirando...
aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba: cómo ser una persona buena y productiva...
“Gracias, por todas las cosas que aprendí cuando creías que yo no te estaba mirando”
Jesús, dijo a sus discípulos: “dejad venir los niños a mí, que de ellos será el reino de los cielos”
“Muchas veces no damos importancia a lo que dice un niño, nos reímos de sus dichos, cuidado, tal vez Dios quiere decirte algo a través de ellos”.
te vi colgar mi primer dibujo en el refrigerador y corrí a hacer otro...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que es bueno cuidar a los animales...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
vi lágrimas en tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas pequeñas son las que hacen la vida especial....
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir y confiar…
Cuando creías que yo no estaba mirando...
sentí que me dabas el beso de las buenas noches y me sentí amado y protegido...
Cuando creías que yo no estaba mirando...
te vi ayudar a un amigo enfermo y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros…
Cuando creías que no estaba mirando...
te vi dar tu tiempo y tu dinero para ayudar a personas que no tenían nada y aprendí que los que más tienen deben ayudar a los que no tienen…
Cuando creías que no estaba mirando...
te vi proteger nuestra casa y aprendí que debemos cuidar lo que se nos ha confiado…
Cuando creías que no te estaba mirando...
aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba: cómo ser una persona buena y productiva...
“Gracias, por todas las cosas que aprendí cuando creías que yo no te estaba mirando”
Jesús, dijo a sus discípulos: “dejad venir los niños a mí, que de ellos será el reino de los cielos”
“Muchas veces no damos importancia a lo que dice un niño, nos reímos de sus dichos, cuidado, tal vez Dios quiere decirte algo a través de ellos”.
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